Te propongo un viaje de unas horas por la Ribeira Sacra.
¿Qué te parecería comer en una terraza de un restaurante dentro de un monasterio reconvertido en hotel de lujo mientras ves las nubes de tormenta acercarse lentamente? Y después de visitar el Monasterio ¿Te imaginas tomando un café en un claustro escuchando truenos que hacen estallar el cielo gris? Y para terminar el día ….. ¿Qué tal un paseo guiado en catamarán a través del rio Sil?
¿Te apuntas?
Hace muchos años que conocí la Ribeira Sacra. Cuando aún no estaba tan de moda como ahora pero era igual de maravillosa. Y es que posee varias de mis grandes pasiones, todas juntas: monasterios, naturaleza, gastronomía, alojamientos espectaculares….y además está en Galicia. Recuerdo la primera vez que la recorrí como una sucesión de descubrimientos a cuál más maravilloso. Hacia tiempo que quería volver, y aunque han sido solo unas horas, la he disfrutado intensamente. Desde luego hay muchas cosas que hacer en ella: desde visitar los imprescindibles monasterios de Santa Cristina de Ribas de Sil, San Pedro de Rocas y Santo Estevo, a hacer una ruta por sus miradores, coger un catamarán, visitar alguna de sus bodegas…. Y desde luego, disfrutar de su gastronomía y alojamientos. Pero si tienes pocas horas para visitarla, te cuento una de las tardes más maravillosas que he vivido en mucho tiempo. Vamos allá.
Almuerzo en el Parador de Santo Estevo
Conocí el monasterio al poco de inaugurarse como Parador (en el año 2004). Estuve visitándolo y tomando un café en la cafetería. En esa primera visita me llamó la atención su situación, su majestuosidad y el pequeño cementerio de la entrada al lado de la iglesia. Tengo aun pendiente el alojarme en él pero este año me dio un arrebato y reservé una mesa para ir a comer en su Restaurante Dos Abades.
Muchos son los que han descubierto la Ribeira Sacra y sus muchos recursos turísticos durante el tiempo transcurrido desde esa primera visita. Muchos de ellos además visitan expresamente el Parador y el pueblo en el que se enclava a raíz de la publicación del libro de María Oruña “El Bosque de los Cuatro Vientos” que desde ya, si no has leído aun, te recomiendo que lo hagas en cuanto puedas. Y luego te acordarás de este post y te entraran unas ganas tremendas de ir a visitar Santo Estevo ya que es uno de los protagonistas principales de la historia, que por cierto, atrapa desde el primer capitulo.
El acceso al Parador es a través de una carretera típica del interior de Galicia.. Accedes al pueblo de Santo Estevo y bajas hasta el Parador. La primera vez que fui aparqué sin problemas en la entrada. Esta vez a medida que me acercaba vi que había coches aparcados en la carretera antes de acceder al pueblo. Al fondo, una patrulla de Protección Civil controlando el acceso al pueblo y al Parador.
Ahí viví uno de mis momentos estelares de las vacaciones. Al llegar a su altura paramos. Llevábamos en el coche musica gallega (cómo no) y al bajar la ventanilla pusimos nuestra mejor sonrisa y mi acompañante se dirigió a la persona que nos atendió en galego:
- “Bos dias, temos reserva no Parador para comer”…
- “ A qué nome esta?”
- Yo, toda feliz: “Mónica Castelao”
- “Nome mais galego que ese non o hai”
- Yo : 🥰
Y nos dejaron acceder. No por el nombre obviamente si no por tener reserva. Por si acaso tienes pensado ir, que lo tengas en cuenta.
Reservé el restaurante sin saber que tenia una terraza con vistas al bosque autóctono de la Ribeira Sacra. Por el paisaje no era, ya que venia de mi querida Ribeira, la que no es ni de lejos tan famosa pero para mi siempre será un paraíso en la tierra (la Ribeira de Piquin). Yo pensaba comer bajo la espectacular bóveda de piedra que cubre las antiguas caballerizas, que es donde está ubicado el restaurante pero, al bajar y esperar que nos acompañaran a la mesa, descubrí que había una terraza, y tuve un presentimiento “a que nos sientan fuera”.. y justo. Nos ofrecieron sentarnos fuera. No lo pensamos. A pesar del calor intenso… un toldo cubría las pocas mesas que hay en el exterior. Y la experiencia fue espectacular porque, mientras comíamos, veíamos como se iban acercando y haciendo cada vez mas grandes las nubes.. Las mismas que un rato más tarde retumbaron sobre el monasterio, pero no descargaron ni una gota de lluvia muy a mi pesar.
Como no podía ser de otra forma, en el restaurante se pueden degustar platos de gastronomía gallega con productos de calidad. En nuestro caso, este fue nuestra elección, Eso si, reconozco que cometí la herejía de pedir un Rias Baixas en lugar de un Godello…(tenia mis motivos). El servicio muy atento, la comida a mi gusto muy buena.. Abundante. A veces me olvido que estoy en Galicia.
Tras el almuerzo visitamos el Monasterio. Como es evidente, hay zonas que no se pueden visitar al estar reservadas a los huéspedes alojados. Pero aun así, se puede hacer una larga visita.. Y más tarde, en el catamarán, me enteré de que me había quedado sin ver una parte.. Asi que ya tengo la excusa perfecta para volver.
Algo curioso que pasó durante la visita. Mientras recorría la parte superior del Claustro de los Obispos, en el inferior un grupo hacía una visita guiada. De pronto, el guía empezó a cantar cual si fuera un antiguo monje del monasterio. Fue un momento mágico (que puedes ver aquí)
Empezó a tronar y para hacer tiempo fuimos a la cafetería. Con la inmensa suerte de que una mesa de las de exterior, para mi la mejor, estaba libre….
.. y ahí, observando la postal que se ofrecía ante mis ojos, me di cuenta de que una cruz sobre el tejado de la iglesia del monasterio estaba torcida…
Serian los truenos, sería el entorno, seria el albariño…. Pero el caso es que empecé a tomar apuntes para un proyecto de cuento de historia demoniaca, cual Maria Oruña inspirándose para su novela, (salvando las distancias 😅😂) Mis apuntes dicen esto:
“Una pareja toma dos copas en la cafetería del monasterio mientras una niña corretea por el claustro … De pronto se desata una violenta tormenta y un rayo alcanza una de las torres de la iglesia, torciendo la cruz que la corona…. Tras el estallido, el árbol bajo el cual la niña estaba jugando se vuelve blanco. La niña se convierte en poseída…. “
La verdad es que varias copas de vino ayudaron en el proceso creativo.., Pero ¿quién sabe si podría ser real? La cruz torcida es real. Ahí está, haciendo equilibrios sobre la iglesia…Investigaré sobre el tema.
Tras la visita al monasterio y conforme se acercaba la hora, cogimos nuestro coche para dirigirnos al Embarcadorio de Santo Estevo, nuestra próxima parada, para hacer la ruta en catamarán reservada a través de la web de Viajes Hemisferios.
Ruta en Catamarán por los Cañones del Sil
Desde el Parador hasta el embarcadero, a unos pocos kilómetros de distancia, seguimos con la misma banda sonora; con la misma carretera sinuosa… y con la misma magia. En el Embarcadero/Embarcadoiro de Santo Estevo hay un bar con una sencilla terraza con una vistas que quitan el hipo.. Si reservas por internet has de entrar dentro a validar tu reserva. A la hora del embarque, te avisan por megafonía. No es necesario correr a ponerse en primer lugar como en las colas de embarque de los aeropuertos (donde tampoco hace falta), ya que van llamando por el nombre de la reserva… Una vez más, tuve ese pálpito.. Hacia mas de una semana que había hecho la reserva… Y sí, fuimos los segundos en acceder al catamarán. Como no podía ser de otra forma, no dudamos en subir a la parte superior. Primera fila. Recomendable: por mucha calor que haga, llevar una chaqueta, jersey… Se agradece una vez estas navegando el rio.
La guía de la visita, Rosa, insuperable. Además de darnos un montón de información, lo hacía de forma amena y te hacia disfrutar aun mas del trayecto.
Me impresionaron muchas cosas, desde las viñas de viticultura heroica hasta varios de los miradores de la Ribeira Sacra vistos desde el agua, o el paisaje en general.. pero yo creo que lo que mas me impactó fue la historia que nos contó Rosa sobre las personas que hace décadas se veían obligadas a emigrar… sus descensos y ascensos a través de los cañones… Si quieres saber más, tendrás que hacer la visita, no te voy a chafar la sorpresa.
El viaje de regreso
Esa noche pernoctaba en Lugo capital.. por lo que al terminar la visita, sobre las 21.30, emprendimos el viaje de vuelta. Sin prisas, que para algo estamos de vacaciones. Al salir del Embarcadoiro salimos a la derecha,, En teoria teníamos que ver en algún momento el pueblo de Os Peares… Bueno, el embalse lo vimos.. luego nos metimos en una carretera que terminaba en una estación de tren.. (solo falsaban las meigas)… y luego ya, siguiendo a don Google Maps, volvimos a Lugo , vía Portomarin, que el chofer tenia capricho …
Si no estás acostumbrado a viajar por carreteras comarcales, consejo: tómatelo con calma y disfruta. Es una de las cosas más divertidas que hay, y más sin son carreteras de Galicia. Y si es de noche y te da la impresión de que en cualquier momento te va a aparecer la niña de la curva, disfruta también. Mientras no te cruces con la Santa Compaña puedes respirar tranquil@
A veces me dan arrebatos e improviso planes.
De mi retiro espiritual en la aldea es difícil arrancarme siempre que estoy allí. Salgo si, pero por la zona. Lo de coger el coche para visitar sitios hace unos años que me da mucha pereza.. Sobretodo cuando dispones de pocos días de vacaciones en Galicia. Pero este año, que por suerte he estado más días allí, he reservado dos días para hacer dos cosas que tenia pendientes en mi lista de “cosas que hacer en Galicia”… y ¿Sabes cuándo todo sale perfecto? Pues han sido tal que así. Esta post es una parte del viaje. Espero que te haya inspirado.
Algunos enlaces de interés
Si no puedes esperar a visitar el Parador de Santo Estevo o a saber un poco más de su historia, aquí tienes su web: https://www.parador.es/es/paradores/parador-de-santo-estevo
El viaje en catamarán lo reservé directamente en la web de Viajes Hemisferios: https://www.hemisferios.org/
En el blog de mi amigo Alberto Ribas ( @Alvientooo) puedes encontrar además de muchos post super alucinantes de sus viajes, una completísima guía de los Miradores de la Ribeira Sacra. Imprescindible si tienes pensado visitarla.
En los inicios de este blog visité uno de los hoteles más alucinantes en los que he estado nunca. Está en la Ribeira Sacra, en Sober, y actualmente está gestionado por la Cadena Eurostars; es el Hotel Aurea Palacio de Sober. Si quieres saber un poquito más de él, te dejo el post que escribí cuando lo visité :
Banda Sonora de este post
En bucle, no se ya cuantas veces la he escuchado y sigo en trance viajando mentalmente por la Ribeira Sacra con cada repetición: