Me he preguntado si debería escribir este post varias veces. Yo soy de las que pienso que el progreso es bueno, obviamente, pero también tienen su lado malo. Me explico. Cuando estudiaba Turismo un día en clase hablando de las infraestructuras viarias, una profesora puso un ejemplo que se me quedó grabado: un pueblo en medio de una montaña, puede ser un excelente atractivo turístico , pero si el acceso es difícil o limitado, o no es conocido por el gran público poca gente llegará a él. Este razonamiento me acompaña aún hoy . Como autoproclamada embajadora de la Ribeira de Piquín, en Lugo, creo que ese concello tiene oferta que nada tiene que envidiar a otros concellos gallegos, sobre todo a nivel paisajístico. El problema : la falta de promoción y que, aunque hay carreteras para llegar a todas las aldeas, no son autopistas precisamente.
La parte mala : no es conocida para el gran público. No atrae turistas.
La parte buena: conserva su encanto sin invasiones de gente. Se puede disfrutar.
Aunque no al mismo nivel, obviamente, en el norte de Lugo, en la costa, este año ha sido noticia la “invasión” de turistas sufrida por la Playa de As Catedrais. Miles de personas abarrotando la playa en un solo día y además algunas de ellas cometiendo actos incívicos como escribir en las piedras. Yo soy de las que aún recuerdo esa playa SIN GENTE. Ahora me da pena pasar por delante y ver el atasco de coches que hay para bajar a verla. Tardaré en volver.
Te decía al principio que me había planteado si escribir no este post porque este verano he descubierto lugares idílicos que aunque salen en las guías y folletos, no están todavía masificados. Y espero que sigan estando como ahora durante muchos años.
Como colofón de mis semanas en Galicia, decidí pasar una noche en casa de mis amigos Antón y Luz de Casa do Batán. Poco puedo decir que no haya dicho ya. Para mí es un sitio ideal para desconectar del mundo. Para disfrutar del silencio y relajarse. No disponen de restaurante, pero para los huéspedes preparan picnics, tablas de embutidos.. En las habitaciones hay un original folleto con toda la oferta. Nos contaban que a algunos de los clientes que se alojan con ellos les sugieren diariamente sitios para ir a visitar, que hacer, donde comer.. y asi pasan las vacaciones. Yo fui una de esas clientas . Hacía mucho tiempo que quería ir a conocer “O Avó” ( El abuelo ) de Chavín , el eucalipto más grande de Galicia y uno de los de mayor envergadura de Europa. Le pregunté a Antón cómo ir (está muy cerquita de la casa ) y me sorprendió dándome un mapa hecho por él mismo con unas indicaciones más que detalladas de cómo acceder ( gira aquí, sigue el camino al lado del muro de piedra… ). Yo he trabajado en hoteles muchos años y mi vida profesional está encarada en el mundo del Turismo. He visitado por trabajo y por placer muchos hoteles, pero ese mimo, ese “detalle del detalle”, sólo lo he encontrado en Casa do Batán. ( Antón, guardo ese plano con mucho cariño, doblado por el uso, pero entero ).
AsÍ que siguiendo sus indicaciones me dirigí al Souto da Retorta ( que es Monumento Natural ) , y después de caminar entre un espectacular bosque de eucaliptos durante un buen rato llegué al lugar donde se erige este majestuoso árbol. El árbol impresiona de verdad, y más pensando que se plantó en 1870 pero el paseo hasta llegar para mí fue aún mejor. El silencio, el olor de los eucaliptos, el sonido del agua que corre a ambos lados del camino. Todo un espectáculo. Y sólo me crucé con 4 personas. También es verdad que era un lunes ya entrado el mes de Septiembre. Pero recuerdo ese paseo como algo especial, aunque no tanto como el que dí después que para mí fue el TOP de mis vacaciones.
En la misma zona, y siguiendo el mismo mapa “del tesoro” de Antón, me fui a conocer o “Pozo da Ferida”, una cascada con una caída de más de 30 metros que forma el rio Loureiro en uno de sus primeros tramos. A mi, que soy una enamorada de los caminos de montaña , este todavía me cuesta ahora encontrar una palabra que lo defina. Me alucinó. Mucho. El camino en si era muy similar a los que hago cuando me pierdo con mi familia por las corredoiras de Mestre, pero este con la particularidad de que termina en el pozo. Hay tramos que son un pelín complicados, pero si yo, que soy bastante patosa, pude llegar hasta el pozo.. puede llegar casi cualquiera.
El destino es como una postal donde el tiempo parece pararse. Y se para.
En este intimista recorrido hasta o Pozo da Ferida no me crucé con un alma.
¿ Que hubiera pasado si estos dos lugares tuvieran tanta fama como As Catedrais ? Pues que la sensación, la experiencia, no hubiera sido la misma. El entorno seguramente tampoco. El sonido del bosque, del agua , pasarían imperceptibles bajo el sonido de la gente.
Ojalá sigan así mucho tiempo. Mientras tanto, si vas, guárdame el secreto.