Dicen de mí los que me conocen bien que soy una persona sensible. Nunca pensé que fuese tan palpable. Nunca hasta que empecé a escribir este blog. Entonces empecé a dar rienda suelta a mi sensaciones, a mis emociones y nacieron mis momentos “ de emocionarme hasta saltárseme las lágrimas” que bauticé como #FeelingGalicious.
Me acaba de volver a pasar. Estaba terminando un trabajo y en mi lista de Spotify ha sonado una canción que me ha emocionado al recordarme que hace hoy una semana fui a mi aldea solo para estar delante de la casa de mis abuelos ( no llevaba llaves, no pude entrar ).
Fue un viaje imprevisto. Estaba de camino de León al aeropuerto de Santiago. Llovía. Y como sobraban horas a mi “chofer” se le ocurrió la genial idea de llevarme.
Al bajarme del coche paró de llover.
Estuve apenas media hora, dando vueltas alrededor de la casa. Respirando. Sintiendo. Haciendo fotos. Las mismas fotos que hago siempre que voy y la misma que me acaba de enviar mi primo Félix hace un rato por whatsapp porque ha ido a pasar la tarde allí.
La canción que me ha emocionado se llama “Devanceiros”, de Luar na Lubre. Esta letra transforma en palabra el desgarro que siento al marcharme de Mestre.
«Terra dos meus avós,
Onde naceron meus país
Terra dos meus avós,
Galicia do verde chan
Terra dos meus avós,
Onde naceron meus país
Terra dos meus avos,
Non quero de aquí marchar»