En la oscura noche del sábado, Lidé y Friné, dos prostitutas de Tarraco intercambian la historia de sus almas, mientras hacen una ofrenda a su diosa. Una trabaja en las calles de la ciudad, la otra es una meretriz de lujo, pero sus vidas están marcadas por destinos similares.
Durante 50 minutos, en una de las estancias del Circo Romano de Tarragona, los que asistimos como público a este diálogo «Ad Gloriam Veneris» contuvimos la respiración. No sólo la magnifica interpretación de las actrices sino el incomparable escenario nos hicieron creer que estábamos viviendo esa historia espiándolas en un templo hace dos mil años. La puesta en escena era sencilla, pero la magia del entorno , atravesando el circo de noche, accediendo al pequeño recinto , fue fantástica.
Este fue uno de los actos que este año componía el programa de #TarracoViva2015, que organizado por el Ajuntament de Tarragona celebraba su XVII edición del 4 al 17 de Mayo con “El legado de Augusto” como protagonista.
Desde que hace dos años acudiera por primera vez a Tarraco Viva, mi relación con la ciudad ha cambiado mucho. He ido varias veces desde entonces y cada vez que la visito me fascina un poco más. Este año he vuelto a Tarraco Viva, y ya no voy a poder dejar de hacerlo porque , me ha terminado de encandilar. Si la primera vez iba algo temerosa porque apenas conocía a mis acompañantes ( y me lo pasé genial ) , este año estoy sonriendo al recordar los momentos de risas con ellos.
No es una fiesta romana al uso, las calles no se engalanan ni la ciudad se viste de romana. Es un festival romano en el que se nos invita a pasear por la historia de una forma elegante e instructiva.Y es un festival que cada año atrae a más público.
Mi visita este año empezó en el Camp de Mart, una feria donde podías encontrar desde panaderos que elaboraban pan del mismo modo que el hallado en Pompeya, hilanderas, herreros, salazones, ungüentos, talleres de mosaicos… hasta una recreación histórica de los últimos legionarios .
Este fue el punto de partida de mi viaje en el tiempo a Tarraco.
Además de en el Camp de Mart, el festival se desarrolla en otros espacios de la ciudad, muchos de ellos declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad: el Anfiteatro, el Forum Provincial, el Pretori, el Circo y en las Murallas.
Bajo un sol de justicia atravesé una de las puertas de la muralla de la ciudad y me dirigí hacia la Plaça de la Font, centro de la ciudad, que en época romana era parte del circo de Tarraco , y en la que se ubica un local del que te hablado varias veces aquí; LolaTapes : Platillos & Gins . Una cerveza , sus sabrosas croquetas y la simpatía de David e Ivonne y desde allí a otro lugar para mí también un clásico en la ciudad: el Restaurante El Llagut, en una esquina de la Plaça del Rei.
Esta plaza es el lugar ideal para hacer el vermouth , desde una de las terrazas, mirando de frente a la Torre del Pretori romano.
Paralelo a Tarraco Viva se celebra Tarraco a Taula, donde los aromas y sabores de la cocina romana son los protagonistas en varios restaurantes de la ciudad. El Llagut es uno de los restaurantes en los que probar esos sabores romanos, pero esta vez mis acompañantes y yo nos decantamos por sus famosos arroces, sus alcachofas que saben a gloria, y algún capricho gastronómico más regados con un excelente blanco del Montsant. No dejes de visitarlo si vas a la ciudad, el ambiente y el agradable trato de su dueña y del resto del personal, además de la exquisita comida, harán que repitas.
Por la tarde, los gladiadores nos esperaban en el Anfiteatro. Cada vez que lo visito me imagino en aquella época, al sol, al lado del mar, allí sentada… Allí además de los gladiadores estaba esperando Patricia Antón, infatigable, siempre al pie del cañón dándolo todo por su ciudad desde la Concejalía de Turismo de la que es responsable.
No es necesario describir lo que es ver la lucha de los gladiadores en ese escenario . Solo nos faltaban las vestimentas romanas ya que la señal de la mano indicando “muerteeeee” la aprendí perfectamente gracias a Iván Rodón. 😀
Terminado el espectáculo y tras saludar a los gladiadores, llegó la hora de “tocar ferro” en el Balcó del Mediterrani. ( No vaya a ser que me quede sin volver …)
Tarraco más romana que nunca ofrecía infinidad de espectáculos para ver todavía. Yo opté por callejear y descubrir nuevas calles, como una que se está empezando a hacer famosa, el Carrer dels Pilons.
Seguro que en la época de Lidé y Friné no existían estas decoraciones, pero sí que la gente hacía bullir el Forum Provincial igual que ahora.
El bullicio de la noche contrastado con el intimismo de esa pequeña estancia del Circo en la que las protagonistas desgranaban sus vivencias.
Un sábado del s.XXI que podría haber sido un sábado de hace dos mil años. Mismas vivencias, mismos sentimientos, misma ciudad…. Tarraco Viva.
Dedico este post a Gemma Casale e Iván Rodón .Gracias por esos momentos tan divertidos. . Petons.