Primero fueron las Patatas bravas ,el Iglú de pulpo y las Zamburiñas . Después la selecta bodega de vinos a la que siguieron los nuevos platos que se incorporaban a la carta con deliciosos e intensos sabores .
Y por último conocí a los #SimoesBrothers más profundamente .
Vi y viví con ellos su evolución, y la transformación de La Taverna del Clínic en lo que es hoy en día: uno de los restaurantes mas chic y afamados de Barcelona. Su cocina, su bodega, y su pasión por el producto lo han convertido en uno de mis restaurantes imprescindibles y favoritos.
Hace tres años que escribí mi primer post sobre La Taverna. Desde entonces hasta hoy ,premios como el de Mejor Cocinero Joven 2014 recibido hace pocos meses por Toni Simôes de mano de la Academia Catalana de Gastronomía , el Premio Cartaví 2013 a la mejor carta de vinos de restaurante de Barcelona o el reconocimiento por parte de la Fundación Dieta Mediterránea como uno de los primeros restaurantes certificados en España por el uso de productos frescos y saludables , avalan su exitosa trayectoria. Además, diversas publicaciones, entrevistas en diferentes medios, apariciones en televisión.. han ido incrementado la fama de los hermanos Simôes … Pero nada es fruto del azar. He sido testigo de primera mano del enorme esfuerzo y la gran capacidad de trabajo que esta familia pone en su restaurante.
Durante este tiempo, he seguido acudiendo a la Taverna regularmente, siempre que tenía una ocasión especial que celebrar o acompañando a alguno de mis amigos íntimos cuando visitaban la ciudad. Hacía mucho que quería volver a escribir sobre ellos en el blog, y hoy quiero compartir algunas de las experiencias gastronómicas que he vivido en mis dos últimas y recientes visitas ( no solo comí marisco y pescados, pero estas han sido las fotos seleccionadas 😉 ) , las dos muy especiales , en la que he disfrutado el exclusivo “Espai Cook”, la mesa a modo de reservado que la Taverna del Clínic tiene al lado de su impecable cocina, desde la que se puede ver a Toni y su equipo en acción .
La carta de La Taverna mantiene algunos platos ya míticos, como sus famosas Patatas Bravas de la Taverna o su Iglú de pulpo, y otros que se van renovando cada temporada. Además dos menús degustación, uno largo y uno más corto. Oferta variada con un denominador común: la pasión por el producto. Producto siempre de primerísima calidad , que buscan con afán entre los mejores proveedores.
Entre sus cientos de referencias de vinos, quiero destacar el que tomé en mi última visita: Y es el que los Simôes tienen también su propio vino. En este caso fue un «Imô», un Priorat de 2005 , de la subzona de la Morera del Montsant, con uvas cabernet sauvignon, merlot y garnacha. Un año en crianza en barrica, seis meses en roble francés y seis meses en roble americano y dos años en botella antes de salir al mercado.( Gracias Manu Simôes por la explicación, mi resumen es que estaba delicioso )
En los próximos meses, nuevos cambios en La Taverna y nuevos retos para los Simôes Brothers de los que espero ser testigo y que te seguiré contando desde aquí. Pista: tocará subirse a un avión.
Y no puedo terminar este post sin dedicarle unas palabras a mi queridísimo Manu Simôes, al que admiro tanto profesional como personalmente, casi tan bueno como los sabores que salen de la cocina de Toni y que se ha convertido en un gran amigo con el transcurso de estos años: Disfruta de nuestra querida Galicia que a la vuelta nos esperan muchos desayunos y alguna que otra escapada pendiente… #salchicha 😀
La Taverna del Clinic
Rosselló, 155
08036 Barcelona
T. 934 104 221
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