Un soleado día de agosto, una espectacular mesa bajo un porche de madera, con vistas de ensueño a la Serra de Meira, 32 comensales, risas, anécdotas, un almuerzo enxebre , felicidad en la cara de todos y la firme promesa de repetir el verano que viene.
Los que allí aun viven , los que se fueron y los que emigraron y que vuelven siempre que pueden. La segunda generación que no nos perdemos esos días de felicidad en la tierra de nuestros “devanceiros”… Muchas personas diferentes con un fuerte nexo de unión: el sentimiento de pertenencia al mismo lugar: Mestre
Solo nos hizo falta que alguien prendiera la mecha “¿Y si hacemos una comida todos?” ( gran momento en la cocina de casa ) Y enseguida los vecinos de Mestre nos pusimos a ello. Daba igual que fuera la semana con más fiestas del año, que algunos trabajaran…nosotros también íbamos a hacer nuestra particular “Santa Lucia” , y de Diciembre hicimos una previa y «movimos» la fiesta de la aldea a Agosto. Y en cuatro días estaba todo montado gracias en gran parte a la gran coordinación de Isabel.
Ocurrió el pasado 16 de agosto. Y creedme que mientras escribo y voy pasando las fotos en el móvil, se me escapan las lagrimillas .. no sé si esto será eso que llamamos morriña, o e que Mestre tiene algo que no se puede explicar con palabras.
Si para mí fue especial , no puedo imaginar lo que significó para los pocos vecinos que viven allí todo el año, o para los que nacieron allí y viven fuera.. todos volvieron a ver su pueblo con gente, como antes.
Nos juntamos todos en la Casa de Faustino. Sus dueños, Manuel y Elena, cedieron el espacio, único y alucinante. El Ayuntamiento de Ribeira de Piquín nos cedió las sillas, las mesas ….( ¡gracias por el detallazo! ). Encargamos la comida, un catering muy enxebre , y todos llevamos nuestras ganas de compartir y de disfrutar.
Nos faltó la música y el baile posterior.. ya si eso para el año que viene contratamos a la Panorama ( 😀 ). Pero lo suplimos con una visita a la antigua escuela del pueblo que se construyó gracias a la donación de un vecino que emigró a Argentina y envió dinero para construirla . Allí estudiaron muchos de los que estaban comiendo ese día, y allí me contó Toni que vio en directo la llegada del hombre a la Luna, cuando era pequeño. Supongo que de ahí vendría el nombre de “teleclub” como le llamaba mi padre cuando yo era pequeña y que descubrí años más tarde que era la antigua escuela.
Esa tele aun perdura. Sobrevive rodeada de dejadez y abandono. Ojalá algún día se pueda recuperar ese espacio para disfrute de los vecinos. Es una pena dejar morir un sitio con tanta historia.
Un día así había que inmortalizarlo. Y en la puerta de la pequeña capilla nos pusimos todos. Felices y radiantes, con la firme promesa de repetir el año que viene. Impensable perderse algo así. No hay plan mejor.
- Casa do Fidalgo: Jovita, Manolo, Félix, Maria José, Andrea y Sandra
- Casa de Barbado: Isabel y Jose Manuel
- Casa do Mendez: Paco, Argelina y Mónica
- Casa de Rico:Toño, Maria Jose, Felix ,Cristina y Xiana
- Casa do Novo: Otilia
- Casa do Capillo: Guillermo, Florina, Santi y Miguel Angel
- Casa de Faustino: Manuel, Elena, Toni y Sole
- Casa de Xan: Maruja, Javier, Espe, Marujita y Nuria
- Casa de Taragullo: Fe y Juan
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Dedicado a todos los veciños de Mestre. Gracias por tanto.
Música que sonaba mientras escribía este post: Campanas de Bastabales ( Beiralúa, SondeSeu )