Una vez mas escribo desde un avión … Volando hacia la tierra de mis padres , hacia el paraíso. Volando a Galicia.
Ya te he contado mas de una vez mi aversión a los aviones , pero no me queda mas remedio que hacerlo. Esta vez mi destino es Vigo. Pasado mañana se celebra el Foro #Unirede. Es la tercera vez que voy. Las dos anteriores también cogi un avión con los mismos nervios, pero hoy algo lo hice diferente : esta vez voy como organizadora del mismo y viajo con una de mis mejores amigas, Laia . Nunca ha estado en Galicia y es anti «redes sociales » … Y viene a un evento de lo mas «social» . ¿Será la magia del destino?
Hay turbulencias
Normalmente lo que hago para aplacar el miedo es leer . En mi ultimo viaje , a Múnich, incorpore a mi ritual el ir escuchando música … Y eso es lo que estoy haciendo mientras escribo… ¿qué música ? La de una de las primeras listas que me creé en Spotify, «Sereas», como la canción de Luar na Lubre que le da título.
Música gallega , la que mis padres siempre ponían en el coche ( y aun lo siguen haciendo ) en los eternos viajes a Galicia cuando yo era pequeña y los mega puentes de Piedrafita debían ser solo un proyecto garabateado en algún papel.
Esos viajes a ritmo de Milladoiro , A Roda y Fuxan os Ventos que ahora comparten lista con Luar na Lubre, Carlos Núñez, Son de Seu, Budiño , Berrogüeto o Leilia.
Han pasado los años , pero hay tradiciones en mis viajes que se que nunca perderé . Como parar en Valcarce antes de llegar a Galicia si voy en coche o escuchar música folk gallega evocadora : a mis viajes , a mis tardes con las vacas en la aldea, a mis días de estudio en la taolla del hórreo de Mestre….
Y aunque no voy a pisar mi querida aldea esta vez, siento que algo me llama. Será que «por culpa / gracias » a dos vigueses a los que adoro como son Marta y Fidel le estoy cogiendo mucho cariño a la ciudad olívica.
Cuando llegue respiraré profundamente el olor de mi querida Galicia y veré las Cíes a lo lejos .
Mientras tomo una Estrella Galicia en el avión de Vueling sigo volando sobre las nubes con emoción contenida a ritmo de «Camariñas» de Luar na Lubre .